Ahí va la crónica de Pedro, de su aventura junto a Juanillo en el III Raid de Guadarrama. Las fotos corresponden a un Rogaine en Navaleno, en el que también hicieron pareja.
El pasado sábado 18 de octubre
se celebró la tercera edición de éste raid, que se celebra en la sierra de
Madrid.
Varias cosas me llamaban la
atención de éste Raid:
-
La duración, pues es de 10 horas, y yo nunca había hecho ninguno de
más de 8, y con esta mentalidad ansiosa de siempre más… pues eso, que quería
probar.
-
La cercanía, pues es en Navacerrada, a 40 minutos de mi casa. Para uno
que pilla cerca…
-
El boca a boca… me habían pintado una buena organización.
En fin, que quería ir y punto,
así que se lo comenté a Juanillo y Óscar (mi compañero habitual de éste tipo de
eventos) en Zaragoza, cuándo acabamos otro Rogaine de bici. Óscar, que sigue
recuperando su tobillo de una mala pisada en la Amachimbra, “no tenía el coño
pa ruídos”, digo el pie para líos de éste tipo, así que hicimos equipo Juanillo
y yo.
A las 8:45 en el polideportivo
de Navacerrada, dónde comenzaba el evento, la primera en la frente, no
encuentro a mi equipo inscrito, ¡pero si lo hice yo!, vaya, si hay un equipo
Amachimbra… el subconsciente me traicionó y me apunté con éste nombre, Juanillo
que es de buen conformar no puso muchas pegas.
Antes de salir me dejan unos
patines, que me ha conseguido Urbano de Juan Combarro, miembro de su club (Imperdible)
que hoy está en organización. Desde aquí gracias a los dos. Pregunto en
organización sobre dónde hay que llevar la bici y las cosas, entiendo que se
deja todo en el poli y desde allí irán saliendo los distintos sectores…no
porque me lo expliquen así, sino porque yo lo entiendo así…en fin, que algunos
se ve que tenemos cabeza pa llevar pelo…
Arranca el raid después del
brifting (¿se escribe así? Es una charla que te dan antes de empezar y que
suele convenir escuchar), cómo siempre no escuchamos nada, sólo que nos
recomienda quitarnos las zapatillas de la bici para salir a correr a la urbana
(yo que me acababa de cambiar…), arranca el raid, nos enseñan un mapa del
pueblo unos segundos y debemos recordar el punto dónde nos van a dar los mapas.
Salimos cómo alma que lleva el diablo, cogemos los mapas de los primeros, y
llegamos al poli los primeros, eso sí, sin mirarle…¡que calamares!
Tenemos dos mapas, uno de cada
zona, no nos dan dos a cada uno sino una parte en cada mapa. Decidimos llevar
una cada uno, y cada vez se orienta uno.¿Tanto costará que haya una copia por
persona? Así estás siempre mucho más centrado. No lo entiendo.
En fin, empezamos con la bici y
decidimos dejar zapatillas y comida en el poli, pues pensamos que volveremos
más tarde. Voy orientando yo y cogemos las primeras 4 balizas más o menos bien
(con el más o menos el que sabe leer entre líneas no necesita más explicación).
Llegamos a Mataelpino dónde hay una especial o algo según el mapa, pero
¡sorpresa! Resulta que ahí empezaba la sección de trekking, ¡y nuestras
zapatillas en el poli! Vemos el mapa a ver que hay. Una en La Maliciosa, pico
de más de 2200 m, y estamos sobre 1000 de altitud. Además, las carreteras están
prohibidas para volver a por ellas, por camino se nos antoja mucha vuelta, así
que decidimos empezar con el calzado betetero. Juanillo jura un poco de
primeras, pero rápido se le pasa, ¡es de buen conformar! Me dice: - no te
quejes, que yo llevo la suela rota-¡pa verla!.
Cogemos la primera baliza en una
presilla, dónde nos toca empezar a meter los pies (no será la última vez),
cuándo llegamos a la segunda hay prueba especial-rapel- pero resulta que aún no
han abierto esa prueba, faltan 20 minutos. ¡Debíamos a ver hecho la vuelta del
trekking al revés! La segunda en la frente. No valemos de sentarnos un rato (si
es que nos puede el ansia), y seguimos hacia arriba rumbo a la Maliciosa.
Subimos a buen ritmo, en la cumbre alguno flipa con nuestro calzado. De bajada
no podemos casi correr con ese calzado, las plantas de los pies se calientan
cosa mala.
Cogemos otra cerca de La
Pedriza, lo que nos obliga a pasar el Manzanares dos veces con el agua hasta la
rodilla. La verdad q es un alivio para los pies, y de paso lavamos el calzado.
De bajada decidimos hacer un trozo de monte a través para intentar ir al rapel
que no cogemos de subida, no vale muchos puntos pero cómo dijo Juanillo: -si es
que te jode dejarte alguna baliza- después de cazar unos cuantos gatos llegamos
dónde pensábamos que era el rapel y no estaba. ¡Lo que nos faltaba! Damos
voces, juramos, subimos un poco a buscar pero vemos que no puede ser. ¡Estamos
dónde dice el mapa! Bajamos de mala hostia, sobre todo yo, y aparece el rapel
más abajo. En fin lo hago rápido y bajamos a Mataelpino a por la bici, después
de 20 km de montaña con ese calzado. Solo queremos montar en bici, los pies ya
no están para bromas…
Cogemos la bici y seguimos
cogiendo balizas de la sección de bici, nos dirigimos al pantano de Manzanares
el Real, dónde hay sección de patines…¡miedo me da!
Llegamos a la sección, podemos
hacer los 4 km corriendo con los patines en la mano o patinando. Juanillo que
es un aventurero me anima a patinar, y eso que él no había patinado nunca; yo
tres veces, y dos culotadas en mi haber. Arrancamos y soy un auténtico pato
mareao, ¡da pena verme!, Juanillo avanza con más seguridad y mejor pinta. Subimos
los dos km, no con poco esfuerzo, hacemos una especial allí de coger y dejar
bolas con patines y llega lo peor bajar… mis patines corren mucho para mí, cojo
distancia a Juanillo y parece que lo voy a conseguir cuándo me animan unos
paseantes…pierdo el equilibrio…y culotada…me tienen que ayudar a levantar…el
moratón me ha durado unos días, pero nada grave.
Acabamos los patines y volvemos
a la bici, sobre las 5 de la tarde, aún nos quedan 3 horas y las fuerzas van
mermando.
Cogemos varias balizas de vuelta
y en punto decidimos que hacer: ir al pueblo a la Urbana (abría a las 5 de la
tarde) o intentar acabar la bici.
Decidimos acabar la sección bici, cruzamos
Moralzarzal sin cometer errores y tras coger una en un canal que nos cuesta un
ida y venida de un par de km más ( menos mal que esos fueron llanos), echamos
un gel y arrancamos hacia Becerril de la Sierra. En la primera rampa los
calambres me matan, tenemos 20 minutos para llegar a la especial(que cerraba a
las 7) y nos cuesta llegar en tiempo. Llegamos por fin a las 7 menos 5 y allí
están recogiendo y hay una especial, baliza vertical (igual que en Huerta nos
dice Combarro que está por allí). Sube Juanillo que ni se entera (yo con esos
calambres no había subido) y al salir de allí, no soy capaz de pasar entre unas
estepas y caigo enganchado a los pedales. Juanillo se muere de risa. Nos queda
1 hora y estamos bastante suaves, pensamos en ir directos a Navacerrada a la
Urbana, que habrá más puntos, pero la cuesta abajo es tan cómoda que sin darnos
cuenta hemos cruzado todo Becerril y ¡estamos abajo otra vez! No nos queda otra
que buscar la que nos queda de bici en un collado.
Llegamos a las 7:45, con 60 km
btt, y ya no nos dan ni el mapa de la
Urbana ¡casi mejor!
Nos faltaron dos secciones
enteras una de orientación específica a pie y la urbana. En meta Aurelio y
Ángel(los ganadores) me comentan ¡que han cogido todo y les ha sobrado una
hora! ¡manda güevos!
En fin, acabamos séptimos y fue
una experiencia inolvidable, no tenía fisuras pues iba con un gran compañero,
lo pasamos bien la verdad.
P.D. El año que viene mochila
grande y todos los archiperres en ella. “Habrá que espabilarse”
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